Pienso…, luego escribo – Reflexión

Pienso…, luego escribo – Reflexión

Escritores y Letras

PIENSO… LUEGO ESCRIBO

Sueño que el tránsito de mi sangre recorre mi cuerpo y justo, se detiene en la cabeza, de igual modo sigo notando que ahora fluye a mis manos.

Va paseando por mis venas a su antojo y no deja de calentarse a la par que pienso.

Discuto con ella y le digo…, -deja ya de dar vueltas.

Me contesta, se enfada y me hace reflexionar…

Y continuó diciendo, mi sangre: -Intenta pararla y la llorarás.

Así es nuestra sangre, es libre, hierve, pero a nuestro antojo, por el mero hecho de que está en nuestro cuerpo. Dejemos que pasee a su gusto, que ocupe aquellas estancias de él que más le apetezca ocupar en ese preciso instante.

Sabemos que su lugar preferido es el corazón, ahí nuestro sentir se desplaza a cualquier rincón y nos hace recordar cada una de las sensaciones que la remueven durante el…

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