LA CIUDAD YA NO ES PARA MÍ
Ahora me engullen tus calles, el asfalto se pega a mis pies y me detiene.
Deseo tanto volver a mi paraíso que hasta el aire se espesa sin dejarme respirar.
Marabunta que me esquivó dando paso a la manada motorizada que nos acosaba.
La ciudad ya no es para mí, te la dejo, te cedo su suelo, te regalo su rue…
Vuelvo a casa, a mi jardín, a mi tierra de montaña, a que las copas de los pinos me sirvan su sombra.
Esta es mi cárcel de libertad, el sopor que me reconforta, la vida que me satisface.
Morada de inspiración acoplada a mis letras para mis historias vividas.
La ciudad ya no es para mí, después de hoy, a ti como morada te prefiero.
Adelina Gimeno Navarro