Dormía en aquella habitación llena de humedad vital, en la que los sentimientos obsoletos y sin uso, atentaban contra su virginidad y amenazaban con que fuese eterna.
Por aquellos y muchos otros motivos ella decretó…
Volveré a la vida, haré de mi entorno un lugar tierno y humanizado, en el que la sensibilidad esté al día, cuidando que mi cuerpo no muera y viva a su sentir.
Decretó con fundamento, causa y razón.
©Adelina GN