Gloria Fuertes
Nuestro espacio se viste de ingenuidad, la infancia tiene un sentido diferente si vamos a dedicar estas líneas a una de las grandes escritoras para niños.
Incluida en la Generación de los 50. La escritora avanzó en el mundo de la poesía reforzando su carrera literaria a partir de 1970 por su colaboración en programas de televisión, tratando la poesía para jóvenes y niños.
Defendiendo con su poesía la igualdad entre mujeres y hombres, la paz como motivo de armonía y el medio ambiente.
Nuestra maestra en la poesía nació en Madrid (España) en el barrio de Lavapiés y dejó de respirar cuando contaba con 81 años en el mismo Madrid que la había visto nacer. He escogido esa frase para decir que murió porque un cáncer de pulmón fue la causa de su muerte.
En este preciso instante he encendido un cigarro, he pensado en Gloria en la escritora. En todas aquellas noches que el tal vicio la condicionaba a relajarse, de igual modo que nos ocurre a muchos. Me he puesto en su piel y aunque no sea indispensable, reconozco que con la noche y la inspiración se da un delirio extremo en el que todo se magnetiza. Necesitando llevar al borde de lo máximo cualquier cosa.
Gloria acudió al instituto obteniendo diplomas en taquigrafía y mecanografía. Mostrando interés a la escritura desde muy corta edad, cinco años, donde ya ilustraba sus propios escritos, cuentos y poesías.
Aunque su familia no era partidaria de que la niña tuviese esa afición tan negada para las mujeres en aquellos años. Ella siguió formándose en el mágico mundo que encontró en la escritura. A sus catorce años fue editado su primer poema: Niñez, Juventud, Vejez.
En palabras de la propia poetisa leemos este párrafo que contestaba cuando le preguntaron por la cuestión familiar y su afición a la literatura.
“Cuando mi madre me veía con un libro, me pegaba. Nadie de mi familia me dijo nunca «escribe, hija, escribe, que lo haces bien…». Nadie. No tengo nada que agradecer a mi familia. Pero cuando se quiere una cosa, aunque tu familia no te ayude, se consigue. Si vales de verdad y quieres algo con todas tus ganas, sales adelante seguro”
Palabras que seguramente le dolieron al decirlas, sin lugar a dudas hechos que la marcaron desde muy niña. Es doloroso que no empaticen contigo cuando muestras, no importa a que edad, una afición por cualquier cosa. Siempre te lo preguntas, pero la poeta de niños nunca dejó de lado lo que le daba vida.
No sé vosotros, pero yo al leer las palabras dedicadas a su familia, lo hice recreando estás en su particular voz, en su forma tan personal de hablar.
La mujer que escribía poesía lo hacía desde la ingenuidad, desde aquella personal forma de escribir. Parecía que a nadie le gustaba su manera de exteriorizar sus sentimientos. Los que nunca ocultó, estando enamorada de dos hombre, su gran amor fue una mujer. Con la que estuvo unida quince años.
Gloria nunca ocultó su lesbianismo, y aunque no hablaba de ello, cuando lo hacía decía: me nombraron patrona de los amores prohibidos».[5]
Un amplio abanico de premios engordan su bibliografía, una carrera nada fácil desde su infancia, como ya hemos leído se muestra en su biografía. Tan extensa que me es imposible mostrar, pero os invito a qué busquéis en la Wikipedia y leáis sobre está gran mujer. De la cual he querido relatar aspectos mas personales de su vida.
Y dejar que sea la propia escritora y poetisa la que termine esta nueva entrega de LETRAS DE MUJER en Poesía en Órbita. Palabras con las que se definió en una de sus obras…
“Gloria Fuertes se retrató en su poesía autobiográfica como solitaria, religiosa, lesbiana, enamoradiza, soltera, feminista, fumadora empedernida, pacifista, castiza y poeta.[6][5]”
Adelina GN